BATALLA DE BAILÉN, 19 de Julio de 1808

"La temperatura sobrepasó los 40 grados. Cientos de mujeres del pueblo de Bailén, arriesgando sus vidas, trasportaron cántaros de agua entre sus compatriotas"

Bailén, la batalla donde Napoleón fue cruelmente humillado por el Ejército español.

La rendición de Bailén

Hubo una decisiva batalla bajo un sol de justicia y un calor infernal, en la que España plantó cara a la hegemonía francesa sobre su territorio, haciéndoles retroceder. Fue el inicio de la quiebra del imperio napoleónico en Europa, enseñando al continente que a Napoleón se le podía vencer en el campo de batalla. Una vez más nos quitamos el sombrero ante la valentía y heroísmo de unos hombres dispuestos a dar su vida por lo que creían, por España.

La Batalla de Bailén, fue la primera victoria decisiva en campo abierto de los españoles contra el imperio Napoleónico durante la guerra de la independencia española que tuvo lugar el 19 de Julio de 1808, en la ciudad de Bailén (Jaén).

Con Napoleón Bonaparte en el poder del gobierno de Francia, emprendió una guerra a lo largo y ancho de Europa con una agresiva y rápida estrategia de invasión militar que duró desde Mayo de 1803 hasta Noviembre de 1815. El 27 de octubre de 1807 (en plena expansión napoleónica), en la ciudad francesa de Fontainebleau hubo una reunión entre unos de los mayores traidores de nuestra historia, el 1º ministro español Manuel Godoy representando al monarca Carlos IV de Borbón y Napoleón Bonaparte donde se acordó la invasión militar conjunta franco-española de Portugal y se permitía para ello el paso de las tropas francesas por territorio español, siendo así el antecedente de la posterior invasión francesa de la península ibérica y de la Guerra de la Independencia Española. El enemigo no rompió nuestras defensas en la frontera, nosotros le abrimos la puerta de casa.

Manuel Godoy, 1º ministro de España en 1807.

El conflicto bélico se avecina.

El ejército francés en su paso por la península hacia Portugal se estableció en muchas ciudades españolas. La inestabilidad política española y los episodios de violencia y exceso de los soldados franceses, provocaron la revuelta popular antifrancesa conocida como el 2 de Mayo de 1808 en Madrid, que fue reprimida bélicamente por las tropas francesas con unas cifras de 409 españoles muertos, muchos de ellos por fusilamiento tras ser apresados. Esto desencadenó la guerra de la independencia española.

Los fusilamientos del 2 de Mayo por Francisco de Goya.

A falta de una organización central los españoles de las zonas ocupadas utilizan como método de lucha la guerra de guerrillas, como único modo de desgastar y estorbar el esfuerzo de guerra francés. Consistía en grupos de poca gente, conocedores del terreno que pisan, atacaban con rápidos golpes de mano a las tropas enemigas, para disolverse inmediatamente y desaparecer en los montes.

Con el rey exiliado de España, en Sevilla se levantada una Junta Suprema Provincial, la fuerza militar mas potente en la península con objetivo de retomar el poder militar y político en el país. Se pondría al mando el General Francisco Javier Castaños. Hay que recordar que Napoleón pone al frente de la ocupación francesa en la península a su hermano José como el nuevo rey de España.

General Castaños, héroe de la guerra de la independencia.

Las tropas napoleónicas al mando del general Dupont, avanza hacia el sur con el objetivo de conquistar Sevilla y Cádiz. Unos 20.000 soldados atraviesan la Mancha y cruzan Despeñaperros. Tras la caída de Córdoba por parte del ejército francés y su asentamiento en la ciudad, expoliando y asesinando a placer a la población, Castaños trataba de ponerse a su espalda y cortar las comunicaciones del ejército francés con Madrid y el resto de España. Dupont, se trasladó con su ejército a Andújar.

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Confuso por el desconocimiento que la defensa española podría tener, Dupont decidió retroceder para unir sus tropas a las del general francés Verdel, que bajaba con refuerzos desde Madrid y estaba casi en el límite de la provincia. A la altura de Bailén el 18 de julio, se encontró con las tropas españolas del Capitán General Teodoro Reding que en esos momentos salían de la ciudad, y allí mismo se entabló la batalla. Reding que lideró el bando español en la batalla, se considera artífice de la primera victoria sobre un cuerpo de ejército de Napoleón en toda Europa.

Batalla de Bailén.

A fuego y sangre bajo un calor infernal.

El ejército español disponía con algo mas de 20000 hombres, cifra algo superior a la de los franceses. La dificultad española es que su ejército es una mezcla de militares y paisanos de diversa índole, desde cazadores hasta bandidos reclutados para luchar. El odio hacia los franceses por la invasión fortaleció sus corazones en la batalla.

A las 3:00 de la madrugada en una noche cerrada y con poca visibilidad el primer ataque lo realizan los españoles, que es repelido por las tropas francesas. Los españoles consiguen replegarse ordenadamente. Entre las 4:30 y 6:30 de la madrugada, se desarrolla el duelo de artilleros donde los franceses sufren mas bajas y apenas hacen daño a los españoles. Las fuerzas de apoyo francesas de Verdel aún se sitúan a horas de camino. Dupont desesperado no puede esperar a que Castaños le sorprenda por la retaguardia, así que decide atacar aun estando en desventaja, con el objetivo de romper el centro español realizando varias cargas. Ante el avance de la infantería francesa, comienzan las cargas ahora españolas junto con jinetes para contener el groso francés y así evitar abrir hueco en sus líneas. El hecho de que el enfrentamiento tuviese lugar a las mismas puertas de Bailén, hizo que la población local ayudase en todo cuanto pudo a sus tropas. Lo más importante fue sin duda el suministro de agua para los soldados, es un día especialmente caluroso.

Carga de caballería española.

Siendo ya las 10:00 de la mañana y después de más de cinco horas de combate, el cansancio empieza a hacer mella entre los franceses. Dupont decide un avance general de sus tropas en formación contra el centro español. El avance fue frenado por una lluvia artillera y de fuego de fusilería produciendo un daño mortal a la tropa francesa. Hacia el mediodía la situación de Dupont es límite, temiendo la llegada de Castaños por retaguardia y sin la aparición de Vedel, reúne a todas las tropas presentes supervivientes, se coloca al frente con sus generales espada en mano, y se lanzan al ataque contra el centro, al descubierto. Los fusileros españoles abren fuego a discreción y la muerte cabalga entre los franceses que empiezan a huir despavoridos. Tras el fracaso francés, Dupont solicita la suspensión del combate y el paso de sus tropas hacia Madrid y negocia su rendición con el general Castaños.

Por otro lado, Vedel que se aproximaba al término de Bailén, desconocía de la rendición del General Dupont e inició un ataque con 4.500 hombres para apoyar una victoria que creía ya era francesa. Una vez iniciado este ataque, llega una orden escrita de Dupont del cese del combate, con lo que a las 18:00 de la tarde cesa todo fuego en Bailén. Unos 17.600 soldados franceses depusieron sus armas y fueron hechos prisioneros. Las condiciones de la rendición fueron clementes e incluían que las tropas francesas fueran repatriadas a Francia. Sin embargo, estas condiciones no fueron cumplidas nunca. Una parte de sus hombres fueron deportados a la desolada isla de Cabrera (al sur de la isla de Mallorca). No existía una cárcel propiamente dicha en la isla, sino que la propia isla "era" el cautiverio. Este cautiverio terminó en 1814 al firmarse la paz.

La victoria española asombra a Europa.

La noticia se extendió por toda la península y forzó al rey José I Bonaparte a abandonar Madrid, además de poner en duda la aparente invencibilidad de los franceses. Napoleón tuvo que acudir a la península con un nuevo, veterano y numeroso ejército para consolidar su dominio. Seis largos años duró aún la ocupación francesa y múltiples fueron las batallas que no doblegaron el patriotismo del pueblo español, quien finalmente se alzó con la victoria total.

Como curiosidad, en el siglo XX, Hitler le dijo a sus generales tras invadir Francia y proponerle estos a continuación invadir España: "¡Ni hablar! Los españoles ya gobernaron una vez el mundo, son el único pueblo mediterráneo verdaderamente valiente e inmediatamente organizarían guerrillas en nuestra retaguardia. No se puede entrar en España sin permiso de los españoles".